Defensa Personal Operativa
La Defensa Personal Operativa (DPO) es un conjunto de técnicas de combate adaptadas para profesionales de la seguridad, como policías y personal de seguridad privada. Se centra en la autodefensa, el control y la inmovilización de uno o varios oponentes, ya sea armados o no, utilizando o no equipo de apoyo. El objetivo principal es neutralizar la amenaza de manera efectiva y legal, aplicando el menor daño posible. Componentes clave
- Enfoque profesional: Está diseñada para profesionales de la seguridad, quienes necesitan controlar y reducir individuos de manera legal y efectiva.
- Neutralización de amenazas: Incluye técnicas para enfrentar oponentes armados, buscando minimizar los daños colaterales.
- Control y sujeción: Se enfoca en técnicas de control e inmovilización en lugar de golpes excesivos, con el fin de evitar lesiones innecesarias y problemas legales.
- Uso de equipo: Puede incluir el uso de herramientas de apoyo como bastones, esposas o armas de fuego, según el protocolo de cada fuerza de seguridad.
- Aspectos legales y psicológicos: Considera los aspectos legales y psicológicos, asegurando que el agente sepa cuándo y cómo usar la fuerza necesaria, y cómo gestionar el estrés del conflicto.
Diferencias con la defensa personal tradicional
- La Defensa Personal Operativa es un sistema aplicado y profesional, mientras que la defensa personal tradicional puede ser más generalizada para protegerse a uno mismo en la vida cotidiana.
- En la DPO, se hace énfasis en la legalidad y el protocolo, así como en la capacidad de controlar a una o varias personas de forma segura para terceros.
- La DPO a menudo incorpora técnicas de combate adaptadas de las artes marciales, pero siempre dentro del marco legal y ético del uso de la fuerza.